jueves, 14 de septiembre de 2017

Fin de la aventura



Último día en Malahide.
 
Tras las clases de la mañana, hemos comido juntos en nuestro parque favorito de la villa, como cada día, acompañados por nuestras profesoras.
 
Más tarde, nuestro destino es el aeropuerto de Dublín. De vuelta a casa...Sentimientos encontrados. Por un lado, alegría por estar a punto de ver a los nuestros. Por otro, nostalgia por dejar atrás tantos momentos que, siempre, atesoraremos en nuestro corazón. La gentileza de los irlandeses, su amabilidad y cortesía en el trato, su calidez, su gusto por la conversación afable, su agradable sonrisa...Querida Irlanda... por siempre en nuestro corazón.
 


 
 
 
 
 
 
 
 
Os dejamos con la canción de Molly Malone, una canción popular de Irlanda que se ha convertido en el himno no oficial de Dublín. También ha obtenido la condición de himno del país. Fue compuesta alrededor de 1880 y se ha convertido en una verdadera leyenda urbana.
 
Visitamos su estatua en la calle Suffolk, en la capital de la Isla Esmeralda, conocida así por el color intenso de sus tierras.
 

 
 
 
 
 
 

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